Los sabios islámicos dividen las religiones en dos:
1. Las religiones verdaderas.
2. Las religiones falsas.
Las religiones que están basadas en la creencia en un solo Dios y que ordenan a las personas adorarle y obedecerle son llamadas “religiones verdaderas”. Las religiones verdaderas son las reveladas por Al-lah.
De este modo, ellas son llamadas también “religiones divinas” y “religiones unitarias o monoteístas” porque están basadas en la creencia de la unidad de Al-lah y la adoración exclusiva a Él.
Las religiones que no fueron enviadas por Al-lah sino que fueron fabricadas por los hombres y que no están basadas en la creencia en un solo Dios son llamadas “religiones falsas”.
Algunas religiones verdaderas fueron distorsionadas después de su revelación por los hombres, que les añadieron creencias erróneas y supersticiones. Las religiones que eran verdaderas al principio, pero que fueron alteradas más tarde son llamadas “religiones distorsionadas”, como sucede con el Judaísmo y el Cristianismo.
La primera religión de la humanidad fue la religión unitaria o monoteísta, basada en la creencia en un solo Dios, que fue revelada a Adán, el primer hombre y el primer profeta. Los sociólogos han demostrado que la primera religión del hombre fue la religión unitaria. Schmidt, un investigador de la historia de las religiones y sociólogo, mostró que los pigmeos, que son la sociedad más primitiva sobre la tierra, eran monoteístas. Los hallazgos de Schmidt refutaron la afirmación de Durkheim de que el totemismo fue la primera religión de la humanidad y eliminaron así esta visión, que había sido común en Occidente.
Después del Profeta Adán, algunas personas se alejaron de la creencia de la unidad y adoptaron, con el transcurso del tiempo, algunas creencias erróneas al obedecer a sus almas y las sugerencias de Satanás. De este modo, aparecieron las religiones erróneas. Según se apartaba la gente de la verdadera religión, Dios Todopoderoso les envió nuevos profetas y nuevas revelacionmes y les invitó a la creencia de la unidad (monoteísmo). Algunas personas aceptaron esta invitación, pero otras insistieron en mantener sus erróneas creencias e incluso intentaron impedir que aquellos que querían volver a la religión verdadera lo pudieran hacer, y les oprimieron y torturaron. De este modo, ha existido siempre una lucha entre los que creían en la religión verdadera y los que no en cada siglo y en cada época. Esta lucha continúa y lo hará hasta el Dia del Juicio.
La última religión divina es el Islam
Ninguna de las versiones originales de los libros divinos que fueron enviados antes del Corán existe hoy en día. Con el transcurso del tiempo estas versiones originales se perdieron y fueron escritas de nuevo por otras personas. De este modo, supersticiones y creencias erróneas fueron introducidas en ellas. Así por ejemplo, es un hecho histórico que la Torah no pudo ser mantenida intacta después del Profeta Musa (Moisés) por los judíos, que vivieron en el exilio como esclavos durante siglos, perdieron sus creencias y se convirtieron en idólatras. Es también un hecho histórico que la actual versión de la Torah fue escrita por algunos sabios y que ella fue aceptada como si se tratara de la Torah original. Resulta claro, sin embargo, que un libro que fue presentado tras un período tan dilatado y desordenado no puede ser la misma Torah que fue revelada a Moisés. Ella contiene además algunas afirmaciones y difamaciones que no se corresponden con la naturaleza de los profetas y los decretos divinos y que son contrarias al espíritu de la religión.
Los Salmos, que fueron revelados a Daud (David), quedaron expuestos a las mismas distorsiones.
En lo que se refiere al Evangelio, hay que señalar que Jesús no escribió las revelaciones que recibió porque él se convirtió en un profeta cuando tenía 30 años y su deber de profecía terminó cuando tenía 33. Él fue de una localidad a otra y de ciudad en ciudad con el fin de guiar al pueblo durante un período muy corto de tiempo, tres años. Durante sus últimos días, él siempre fue objeto de vigilancia por parte de la administración romana debido a la incitación de los judíos. Él no pudo encontrar el tiempo ni la oportunidad para escribir el Evangelio. En realidad, los Evangelios que existen hoy recibieron el nombre de las personas que los escribieron y parecen más una biografía de Jesús, que incluye enseñanzas, lecciones y guía suyas a sus apóstoles. Además, ellos no fueron escritos por los apóstoles, que fueron los primeros creyentes en el Mensaje de Jesús, sino por aquellos escucharon a través de ellos las divinas palabras que fueron enviadas a Jesús.
Existen algunas diferencias entre los Evangelios actuales, tanto en lo que se refiere a su contenido como a la narración. De hecho, estos Evangelios fueron aceptados por un consejo, compuesto por un millar de clérigos, en el Concilio de Nicea, que tuvo lugar en el año 325. Este consejo examinó cientos de Evangelios y aceptó los cuatro que afirmaban que Jesús era una figura divina por medio de un acuerdo de 318 miembros. El consejo ordenó luego destruir el resto de los Evangelios, que discrepaban con los anteriores, quemándolos.
De este modo, el principio de que Jesús era el hijo de Dios -que Dios perdone a quienes lo afirman- fue aceptado por un consejo que se reunió tres siglos después de vivir Jesús. Así pues, es imposible sostener que los actuales cuatro Evangelios sean los originales.
Los fundamentos de la Religión Verdadera
La auténtica religión es la ley de Al-lah y es una colección sagrada de algunos mandatos sólidos. Al-lah la envió como un don y una gracia a los seres humanos a través de Sus Profetas.
Esta ley guía al hombre a lo que es bueno. Mientras los seres humanos obedezcan los mandatos de la Ley de Al-lah a través de su voluntad y deseo, estarán en el camino recto y obtendrán la guía. Ellos alcanzarán la felicidad y la salvación tanto en este mundo como en el Más Allá.
Las religiones están divididas en tres grupos:
El primero son las religiones verdaderas. Éstas son las religiones establecidas por Al-lah y enviadas a los seres humanos a través de los profetas. Ellas son llamadas “religiones divinas”.
Todas las religiones divinas son esencialmente la misma. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellas en términos de adoración y normas legales.
Todas las religiones que han sido transmitidas a los seres humanos por los profetas, desde Adam a Jesús, eran esencialmente la misma. Ellas estaban basadas en la creencia en un solo Dios. Al-lah. Sin embargo, más tarde resultaron distorsionadas y sus orígenes se perdieron.
Al-lah envió a Su último y más grande profeta, Muhammad (PB), como profeta para toda la humanidad. Él envió la última y perfecta religión, el Islam, a los hombres a través de Muhammad (PB). Hoy en día, la única verdadera religión que existe y que existirá hasta el Día del Juicio es la religión del Islam.
El segundo son las religiones cuyos principios fueron alterados y cambiados. Ellas fueron originalmente religiones auténticas, pero más tarde fueron distorsionadas y perdieron sus propiedades divinas. Así por ejemplo, el Cristianismo y el Judaísmo ya no son religiones verdaderas porque algunos de sus principios fueron alterados.
El tercer grupo son las religiones equivocadas. Ellas son religiones cuyos orígenes no tienen relación con la religión verdadera. Ellas fueron religiones creadas por algunas naciones. Puede haber algunos mandatos razonables en ellas, pero no son religiones divinas en lo que respecta a su origen. De este modo, no tienen propiedades divinas. Las religiones de pueblos que adoraban al sol, las estrellas, el fuego, ídolos etc están en este grupo.
La palabra Islam se usa en varios sentidos. Sin embargo, el nombre especial de la religión que fue enviada al Profeta Muhammad (PB) es también el Islam. De este modo, el nombre de la religión enviada a nuestro Profeta y la enviada a Abraham son diferentes. Estas religiones tienen nombres distintos pero sus asuntos principales son los mismos. Sin embargo, hay diferencias en los detalles.
Todos los profetas, desde Adam a Muhammad (PB), transmitieron la auténtica religión a los hombres. Los principios de la creencia, que son los fundamentos de la religión, siempre han sido los mismos. Sin embargo, los temas referidos a la adoración y los asuntos mundanos, a los que nosotros llamamos Shariah, y algunos mandatos cambiaron en base a las necesidades de cada período y pueblo, desde Adam hasta Muhammad (PB). Dios Todopoderoso envió una shariah diferente a cada ummah tomando en consideración los estilos de vida e intereses del pueblo de cada época. Lo siguiente se declara en el verso 5:48:
“A cada uno os hemos dado una Ley y una Vía”.
Así por ejemplo, los judíos pueden adorar sólo en sinagogas y los cristianos sólo en iglesias. Sin embargo, nosotros, los musulmanes, podemos adorar a Al-lah en cualquier sitio. El sebo de la vaca y el cordero está prohibido en la Ley de Moisés, pero está permitido en nuestra religión.
Este asunto es mencionado en la Colección Risale-i Nur de la forma siguiente:
"Las Leyes Sagradas cambian según la época. Ciertamente, en cada era vinieron diferentes profetas. Sin embargo, dado que la Sharia del Sello de los Profetas es suficiente para todos los pueblos de todas las épocas ya no hay necesidad de que existan diferentes Leyes. Sin embargo, en asuntos secundarios, la necesidad de las diferentes escuelas continúa existiendo hasta un cierto grado” (Sözler (Palabras), p. 485).
“Muchas de estas escuelas pueden ser beneficiosas en una época, pero dañinas en otra, del mismo modo que existen medicinas que son eficaces durante la niñez, pero dejan de serlo al llegar a la juventud. Ésta es la razón por la que el Corán ha abrogado algunos de sus pronunciamientos secundarios. Es decir, ha decretado que el tiempo de aquellos ha llegado a su fin y que ahora es el turno de otros." (İşarât-ül İ’caz (Señales Milagrosas), p.50).
Muchos de los mandatos y decretos eran los mismos para todos los profetas. Ellos no cambian y no son abrogados. Así por ejemplo, los principios de la creencia son los mismos en todas las religiones divinas y la adoración está también presente en todas ellas. Sin embargo, existen algunas diferencias en los mandatos secundarios, especialmente en los actos de adoración. Hay cambios en la forma y los tiempos de las oraciones y la dirección de la qiblah.
El nombre de las religiones anteriores no es mencionado en los libros divinos, excepto el Corán. Los nombres Judaísmo y Cristianismo fueron acuñados posteriormente y los seguidores de esas religiones fueron llamados de esta forma. En este contexto, el significado de la frase “La Religión para Al-lah es el Islam (sumisión a Su Voluntad) contenida en el Corán puede entenderse mejor.
La religión que el Profeta Muhammad (PB) transmitió a la gente tiene mandatos que son específicos de ella, pero el hecho de que se enfatice en el Corán que este libro también confirma lo que los anteriores profetas trajeron muestra que lo que ellos transmitieron estaba generalmente dentro de la esfera del Islam, pero debido a la divina sabiduría, la forma perfecta de estas enseñanzas fue alcanzada sólo cuando Muhammad (PB) fue enviado como profeta. A partir de entonces, la única vía para alcanzar la satisfacción de Al-lah es creer en todas las cosas que Él nos envió con su última revelación.
