¿Vale el testimonio de las mujeres en el Islam la mitad que el del hombre?

Enviado por el Mié, 01/08/2018 - 10:30
Dear Brother / Sister,
Los puntos esenciales que forman los fundamentos de la Ley Islámica están basados en la revelación (de Al-lah). Ellos vienen mencionados en el Corán. En otras palabras, dichos fundamentos son establecidos y ordenados por el Creador del Universo. Sea cual sea la edad, la atmósfera y las circunstancias en las que uno viva, esos fundamentos son la fuente de la paz y el confort. Esto es así porque estos mandatos son los más adecuados para la naturaleza del hombre. Cuando ellos son estudiados, el punto más destacado es que tienen una existencia material y espiritual, que el hombre toma en consideración.
En lo que se refiere al testimonio, es posible observar eso. La traducción del verso sobre el dar testimonio es la siguiente:
“Llamad, para que sirvan de testigos, a dos de vuestros hombres; si no los hay, elegid a un hombre y a dos mujeres de entre quienes os plazcan como testigos, de tal modo que si una yerra, la otra subsane su error.” (2:282)
Aquí el asunto básico es el relativo a la creación de las mujeres y tiene que ver con el aspecto psicológico. La mujer es, en general, un ser más emocional. De este modo, las ideas enraizan en su corazón más que en su mente y producen efectos. Le es más difícil permanecer imparcial frente a los acontecimientos. Ella se aproxima a los fenómenos no sólo con su consciencia sino también con su intuición y asimismo la misericordia prevalece en ella.
Debido a esta cualidad suya, el Corán viene a decir: “Las mujeres pueden olvidar (en ciertos asuntos). De este modo, ellas deberían contar con auxiliadoras que corroboren su testimonio”. Esto es aseverado por Al-lah Todopoderoso, que creó a la mujer. De este modo, es una regla que no cambia. ¿No hay, entonces, mujeres que no olvidan fácilmente y otras que tienen una memoria mucho más aguda que los hombres? Por supuesto que sí. Pero aquí se refiere a ciertos asuntos con el que las mujeres no solían estar familiarizadas.
Por otro lado, la mujer es más introvertida. Ella tiene un mundo propio y está ocupada con el trabajo doméstico todo el día. Ella cuida de los niños y su crianza. Pocas mujeres están interesadas en los negocios y en la política. ¿Cómo una mujer que está alejada de ese mundo y de los eventos que tienen lugar allí va a aprender sobre ellos y tenerlos en mente, y hasta qué extremo podrá dar testimonio?
Al aceptar que el testimonio de dos mujeres sea igual que el de un hombre, se busca no colocar una pesada carga de responsabilidad sobre la mujer en este asunto. El Islam no menoscaba su derecho. Por el contrario, busca protegerlo e impedir que ella pueda caer en el pecado. Esto es así porque el deponer como testigo es una dura responsabilidad.
En otro verso del Corán se dice:
“…Y no rehuséis deponer como testigos. Quien rehúsa tiene un corazón pecador. Alá sabe bien lo que hacéis.” (2:283)
En los hadices (dichos del Profeta) se señala que el ser testigos conlleva grandes responsabilidades y que un testimonio falso o incorrecto se encuentra entre los peores pecados.
Ciertmente, el Islam protege a la mujer de los grandes pecados y le imnpide que cometa un pecado tal como un testimonio incorrecto, que podría estar causado por la debilidad o por el hecho de actuar emocionalmente. El Islam ha adoptado precauciones contra eso nombrando a una mujer que la ayuda y se encuentra junto a ella. Por esta razón, en algunos asuntos dos mujeres reemplazan a un hombre.
En algunas ocasiones, las mujeres pueden actuar por celos en ciertos asuntos cuando ellas testifican y el sentimiento de rivalidad puede prevalecer. De este modo, ellas pueden obstaculizar la realización de la justicia ocultando algunos aspectos de un asunto. Sin embargo, si dos mujeres prestan testimonio, las dudas se erradicarán ya que una de ellas puede clarificar los puntos que la otra oculta.
Por otro lado, aunque el testimonio de dos mujeres es considerado, en ciertos asuntos, igual que el de un hombre, eso no significa en absoluto que la mujer valga la mitad que el hombrre. Esto es sólo un signo de la gran importancia que se da a la existencia de todo tipo de garantias en el testimonio. Cabe preguntarse en qué tipo de procesos la mujer presta testimonio, en cuáles ella está exenta y en cuáles su testimonio vale la mitad que el del hombre.
La Ley Islámica declara a la mujer exenta de prestar testimonio en los crímenes que requieren un castigo, como el adulterio, la ingesta de alcohol o el robo. En estos procesos, el castigo del adulterio requiere los testimonios de cuatro hombres y, en los otros, los de dos hombres. En procesos tales como el comercio, la venta y la compra, el matrimonio y el divorcio, que cae en la categoría de contratos o relaciones, si no hay dos hombres, entonces se estipula el testimonio de un hombre y dos mujeres. Sin embargo, en temas en los que los hombres no son competentes, como la maternidad, el nacimiento o el establecimiento de una hermandad de leche, el testimonio de una mujer es suficiente.
Además, Umar bin al Jattab (Que Al-lah esté satisfecho de él) determinó que el testimonio de una mujer era suficiente en el tema del divorcio. Esto es porque el propósito real del testimonio es la preservación de los derechos, el logro de la justicia y la averiguación de la verdad.
Una de las razones de que la mujer no preste testimonio en los temas referidos a los castigos penales es la sensibilidad que busca impedir la más ligera duda en tales asuntos. En estos temas, una declaración incompleta supondría la violación de un derecho de un ser humano que sería injustamente castigado. La inclinación emocional de la mujer también podría jugar un papel aquí.
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